martes, 19 de abril de 2011

DIDÁCTICA DE LAS MATEMÁTICAS

Se piensa que un cierto conocimiento de los modelos matemáticos básicos y cierta experiencia con el razonamiento matemático son indispensables para todos. El argumento se relaciona tanto con el desempeño del ciudadano en la vida cotidiana, como con su incorporación al campo laboral. La matemática se enseña también porque es culturalmente importante. En efecto, se trata de una creación compleja y valorada del intelecto humano y, como tal, aparece como una componente importante del acervo cultural de una persona educada.
La matemática se enseña también porque permite la comprensión y el desarrollo de otras áreas del conocimiento. En efecto, la Física, la Química primero y ahora la Biología, la Economía y las Ciencias Sociales, hacen un uso extensivo del conocimiento matemático.
La matemática es, en efecto, un instrumento que usan diversas disciplinas para expresar relaciones, leyes, modelos, realizar los análisis de experimentos, entre otras aplicaciones.
La evaluación de conocimientos al comenzar el nivel es la primera tarea a emprender. Se debe evaluar no solo los conocimientos alcanzados por los niños sino también las estrategias que son capaces de desarrollar y las posibilidades de resolver problemas.
Para ello el juego es un elemento de valor didáctico. Al respecto existen varias posturas. Sostenemos que no se debe quitar al juego su carácter lúdico y espontáneo. Es interesante que para poder jugar satisfactoriamente el niño deba superar obstáculos, tal como cuando se plantea un problema. Ahora bien el juego se transforma en recurso didáctico cuando el docente lo propone sabiendo que para poder jugar el niño deberá poner en acción ciertos conocimientos.

En cuanto al abordaje por niveles, en el primero el niño debe aprender que el número tiene dos contextos de significación, cardinal y ordinal, y sirve para contar y calcular. Además debe manejar las decenas en tanto agrupación de unidades (en 1o) y de centenas como agrupación de 10 decenas y 100 unidades (en 2o).
Esto implica proponer actividades en las que deba cuantificar y ordenar. Para trabajar dentro del contexto cardinal el niño debe agrupar, comparar, aparear, clasificar; manipulando objetos, utilizando el cuerpo, etc., permitiéndole relacionar lo experimentado con representaciones de un mayor orden simbólico.
En relación a los recursos didácticos presentamos la importancia de las colecciones de muestra, el uso de los dedos, de constelaciones como elementos que facilitan la comparación y la cuantificación.
Se puede trabajar con: canciones en las que se recite parte de la serie numérica; juegos y juegos cancionados en los que se represente parte de la serie numérica con los dedos; cacerías de números (“buscar cosas que tengan…”); trabajar con el número de la fecha representándolo con los dedos (¿cómo resolverlo luego del 10 de cada mes?); juegos de agregar; de quitar; ya sea de a uno o más elementos; trabajar con los números de la clase (cuántos son, cuántos faltaron, cuántas sillas necesitamos, cuántas mesas); utilizar el calendario; trabajo con dados, tetraedros (numerados o con constelaciones), ruletas numéricas (con constelaciones numéricas o signos arábigos).
En varios de estas actividades se pueden plantear problemas, introduciendo “trampas didácticas”, distractores.
Algunos de estos recursos sirven también para trabajar en el contexto ordinal. Incluimos algunos específicos: trabajar en coordinación con la construcción de la noción de tiempo; seriar acciones; figuras; identificar una cantidad entre otras en una serie numérica oral o escrita; ordenar una serie de números (que en un segundo momento puede ser no correlativa).

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